“N
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o puedes huir del arcoíris”, dice Antonio*, un
hombre gay español de 22 años, refiriéndose al tiroteo homofóbico
que hubo en Orlando el 12 de junio. “La revolución para la liberación homosexual
está más en marcha que nunca y no vamos a dejar de luchar por nuestros derechos
en todo el mundo”, añade el joven activista. Está tomando una copa con su novio
John, de origen estadounidense, en un bar gay en el barrio de Chueca de Madrid.
“En mi opinión, es más fácil hacer esto aquí que en la mayoría de los Estados
Unidos.”, responde John*, señalando a que van cogidos la mano. Sólo unos días
antes de Madrid
Orgullo 2016, el desfile gay más grande del mundo, se siente un
ambiente de amor, de solidaridad, y, obviamente del orgullo del país que
acepta más la homosexualidad.
Según una encuesta de Pew, el 88%
de españoles tienen una perspectiva positiva hacía la homosexualidad y la
proliferación de la identidad LGBT en el país. En cambio, solo el 60% de los
estadounidenses comparte esta opinión progresista. “El año pasado se ha
legalizado el matrimonio gay allí, pero todavía hay un sentido de la
hostilidad.”, explica John. “No podía salir del armario en mi pueblo
conservador de Texas. En Madrid, no obstante, me siento seguro.”
España, que
es un país principalmente católico con una herencia de una dictadura fascista
de decenios, marcó en 2015 su décimo aniversario de la legalización de
matrimonio homosexual. Se atribuye la aceptación temprana de sexualidades
alternativas a los intentos del gobierno de distanciarse del control social
absoluto en la época de franquismo, y a Pedro Zerolo, una figura fundamental de
los movimientos LGBT en España.
Sin embargo, está
claro que los avances de la comunidad LGBT no son absolutos, y que todavía hay
que luchar mucho para que las personas LGBT consigan un papel igual que el de
una persona heterosexual. La reportera María Sánchez Diez nos recuerda que “la
legislación liberal no significa que no existe homofobia todavía”. Escribe en
una carta abierta a los
Estados Unidos que a pesar de las leyes, casi el 50% de los jóvenes
homosexuales han sufrido
acoso en las escuelas y colegios y el 60% en el trabajo. Según
UniversoGay, un sitio para las noticias del mundo LGBT, El 40% de los
delitos de odio hoy en día en España son a razón de la orientación
sexual. Además, la Iglesia aún protesta contra los derechos LGBT, diciendo que
el matrimonio gay es “es un plan
macabro para exterminar a la humanidad”.
“España puede enseñar a los EEUU que la lucha del
amor transciende los derechos de la persona gay”, dice Rita* una mujer
transgénero. Lamenta que “algunos perpetradores de violencia contra [si] misma
y [sus] amigos transgéneros hayan sido homosexuales”. Rocío*, una lesbiana
marimacho de origen áfricano, también cree que “los movimientos LGBT
convencionales son, irónicamente, no tan inclusivos”. “Son creados por y para
los gays masculinos y blancos”, comenta.
Marco*, un
estudiante gay y latino de los estudios de género y sexualidad en la
Universidad de Nueva York opina que “Las personas LGBT en los EEUU tenemos esos
problemas y más. Contra nosotros no solo están la iglesia y los conservadores,
sino también la falta de leyes para protegernos y dejarnos vivir una vida normal”.
Según Identities.Mic, no hay legislaciones contra la
homofobia o la incitación al odio dirigida a los grupos LGBT. Se puede despedir y negar
acomodaciones públicas y derechos de guarda a una
persona con una orientación sexual alternativa sin justificación o castigos. A
continuación, la FDA/EMA
prohíbe que los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres donen
sangre. “Las leyes son una gran parte de la discriminación
que tenemos que afrontar” dice Stephanie, una mujer bisexual que estudia política
pública en UNY. “Estoy muy preocupada por el futuro de la comunidad LGBT en
este país. Si el pendejo Trump, que ni siquiera apoya la igualdad de
matrimonio, ganara las elecciones no sé que haríamos…”, continúa.
Pero los
políticos españoles tampoco tienen una tabla rasa. “No necesitamos a Trump, ya
tenemos el gran Mariano Rajoy”, comenta de nuevo Rocío. Rajoy, en sus opiniones
polémicas contra el matrimonio homosexual y la adopción de las personas LGBT, muestra cómo
el presidente mismo amenaza el bienestar de la comunidad LGBT a pesar de las leyes contra
la discriminación por la sexualidad de una persona.
No obstante,
John pide que estemos menos decepcionados. “Cuando consideramos todos los
problemas que la comunidad LGBT aún necesita abordar, es fácil olvidar los
avances que hemos logrado en los dos países.” Es decir que no debemos olvidar
la presencia e identidad LGBT que hemos creado con cultura, arte, literatura,
música y estudios. Ser una persona que pertenece a los grupos LGBT no solo
determina la orientación sexual de una persona, sino que le da una sensación de
pertenecer y una manera de identificarse. Personajes influyentes de la
comunidad LGBT como Ellen DeGeneres, Caitlyn Jenner y Laverne Cox en los EEUU y
Fernando Grande-Marlaska, Pedro Almodóvar y Zerolo en España dan poder y
autoridad a los demás.
Las grandes
ciudades de los dos países – Nueva York y Madrid tienen sus propios espacios
seguros, como Chueca en Madrid y Chelsea en Nueva York, y un montón de eventos
y espectáculos dedicados a la comunidad LGBT. “Chueca es el barrio de mi gente
y en 2016 nadie me puede quitar el derecho de considerarlo así”, dice Antonio
con mucha convicción. Pero John le recuerda que “hay más que Madrid en España,
y no es necesario que la población rural dé la misma bienvenida a nuestra
comunidad”. Asimismo, “las metrópolis como Nueva York y los pueblos pequeños
son un mundo aparte”, dice Marco, que viene de un pueblo en el estado sureño de
Alabama.
La “gay-rra” de amor de la comunidad LGBT siempre
ha sido difícil y ha tenido muchos fracasos tanto en España como en Estados
Unidos. No es una cuestión solo de ideología, sino de los derechos humanos
fundamentales – la
declaración de los derechos humanos reconoce la homosexualidad. Nadie
tiene el derecho de dictar la orientación sexual de otra persona. Dicho esto,
¿cómo puede fomentar una persona heterosexual un sentido de “allyship” (alianza) y
solidaridad para la población LGBT? Las mejores opciones son educarse y
escuchar la voz de la comunidad sin ignorar a los grupos más marginalizados. Además,
es importante reconocer la identidad LGBT y celebrar sus triunfos mientras se
ayuda a conseguir más derechos. Recuerda que es una lucha para la comunidad LGBT que deber ser apoyada por la población heterosexual.
Fuentes
6)
http://www.20minutos.es/noticia/2125295/0/homofobia/discriminacion/trabajador-homosexual/
10) http://www.huffingtonpost.es/2015/09/18/pp-matrimonio-gay_n_8157728.html
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