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Fuera de Pulse |
El domingo pasado, un asesino despiadado con una
arma legal cruelmente mató a 50 personas indefensas y dejó heridas a 53 más
durante una noche ‘latina’ en un club gay, Pulse, de Orlando, mostrándonos la cobardía
y la intolerancia que viene con el radicalismo y la homofobia. Este ataque
contra grupos marginalizados como la comunidad gay, los transgéneros y los
latinxs hoy en día en los EEUU hace evidente que a pesar de las leyes que
protegen estos grupos todavía hay falta de justicia y muchísima desigualdad en
el país. No obstante, también es importante entender que el incidente no es una
consecuencia de la religión islámica, sino de la intolerancia. No necesitamos oraciones
a Dios tanto como cambios de las políticas sobre el control de armas. Sobre
todo, nos hace falta una cultura que fomente valores tolerantes y progresistas
– una tierra donde haya solidaridad y no exista discriminación por raza, género
o sexualidad de una persona. Recuerda que si a alguien le molesta más el amor
del mismo sexo que un asesinato en masa, se crea una parte del gran problema de
la discriminación y el odio que hay en la actualidad.
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